Harto uno de tanta provocación a la Constitución Española, al Estado de Derecho que, día si día también, tienen en boca las 24 horas del día, me propongo escribir estas líneas desde la la desolación que me invade desde que en Arenas de Monte -más conocido como Arenys de Munt- se dio un paso más -el más grande en mucho tiempo- hacia la provocación a los pilares de nuestra democracia.
Un referendo como el que se convocó en dicha localidad es un ataque frontal a la legalidad puesto que significa ir de frente contra el artículo 2 de nuestra Constitución ya que pone en duda la "indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles". Y digo siembra la duda. No digo que se cargue dicho artículo. Especifico porque siempre aparecerá el listillo de turno que vendrá a decir aquello de que "es una simple consulta que no tiene más recorrido jurídico-institucional".
Y vaya si lo tiene. Tras dicha consulta popular ya son 15 los municipios catalanes que se han apuntado al carro, lo cuál pone de manifiesto que, abierta la veda -contra las bases de nuestro sistema- cualquier alcalde que no tenga otra cosa más importante que hacer en su municipio -les aseguro que alguna siempre hay- se lanzará a la piscina del independentismo más recalcitrante y rancio para intentar llevarse a su cuello la medalla del antiespañolismo -a mucha honra pensarán-.
Ahora bien si grave me parece el agravio a nuetra Ley Suprema, más grave me parece aún el silencio que vienen manteniendo los más altos cargos del Estado Español. No se puede consentir que desde el Gobierno se tache esta ofensa de "irresponsabilidad" y se queden todos con los brazos cruzados para esperar a que amaine el temporal porque mucho me temo que el temporal, en vez de amainar, se recrudecerá. Y tampoco se puede consentir que CIU abandere el regionalismo moderado y llegada la hora de la verdad se pase al bando del radicalismo antiespañol más propio de ERC. Sin olvidarse por cierto del PSC que de todos es sabido que de España quieren saber lo justo -Ministra Chacón incluida- aunque para poner el cazo de la financiación pagada por todos los españoles son los más listos de la clase todo hay que decirlo.