17 de noviembre de 2008

Cumbre del G-20: ¿Solución o más de lo mismo?

Queridos lectores:

El pasado fin de semana tuvo lugar en Washington la famosa cumbre que durante semanas concentró la atención del mundo entero. Una vez concluida la cita cabe preguntarse cuáles han sido los logros que se han conseguido y hasta qué punto pueden ayudar a solucionar la grave recesión a la que se enfrentan la diferentes economías nacionales.

En primer lugar quizás lo más reseñable de la cumbre sea el acuerdo global de todos los asistentes, la unanimidad. Puede parecer una obviedad que de la cumbre tenía que salir un pacto consensuado que transmitiera a la sociedad mundial al menos un poco de tranquilidad, pero no menos cierto es que, a pesar de la disparidad de tendencias, en los puntos más importantes ha habido acuerdo.

Las actuaciones por las que, obviamente, se empezará serán aquellas encaminadas a dotar al mercado de una mayor demanda para conseguir con ello un aumento del consumo, que llevará a un aumento de la producción e ineludiblemente a un aumento de las tasas de empleo. A simple vista parece una tarea no muy complicada pero que tardará muchos meses en dar resultados ya que antes se tendrán que llevar a cabo incentivos fiscales para consegurilo como se acordó en la cumbre.

En segundo lugar y como no podía ser de otra manera, se acordó aumentar el orden, la regulación y la vigilancia de los mercados financieros con el objetivo único de evitar las situaciones de inestabilidad propias de los últimos tiempos.

También decidieron reformar los grandes organismos internacionales – leáse FMI y Banco Mundial – con el objetivo de dar un mayor poder en ellos a los países emergentes y con la pretensión de que sean los que se encargen del orden financiero mundial.

En consonancia con todo lo anterior, me gustaría reseñar las palabras escritas por D. Carlos Casanueva Nárdiz – profesor de la Universidad Politécnica de Madrid – que abogaba en una columna de opinión por impedir que sea la misma entidad financiera la que asesore y venda al mismo tiempo los diferentes productos fianacieros para evitar, de esta manera, conflictos de intereses. Puede ser esta una solución eficaz sin duda alguna ya que a un banco puede interesarle venderte un cierto producto que a ellos les va a resultar muy beneficioso pero que en cambio lleva al cliente a un riesgo inversor bastante peligroso.

No puedo terminar sin antes decir que, a título personal, considero que la cumbre del G-20 ha servido una vez más como escaparate donde los países más poderosos del mundo han mostrado – o al menos lo han intentado – sus fortalezas. Una vez más – y ya van unas cuantas – los hechos se quedarán cortos con respecto a las palabras y a las promesas aunque mi deseo es completamente contrario. La situación actual necesita de buenos gestores, de expertos en la materia que tomen decisiones – más o menos populares – que saquen al mundo de la crisis financiera en la que se encuentra sumergida. El 31 de Marzo de 2009 es la fecha límita para adoptar las medidas acordadas en la cumbre y pocas semanas después se celebrará una nueva cumbre en el Reino Unido – que para entonces presidirá el G-20 -. Esperemos que para entonces la situación haya mejorado aunque solo sea un poco. Debemos tener en cuenta que el camino será largo pero debemos de ser conscientes también de que con el esfuezo conjunto de todos – personas e instituciones públicas, conseguiremos salir de la actual y triste situación.

Hasta pronto

No hay comentarios: