1 de abril de 2009

Venezuela aletargada

Queridos lectores:
Cuánta hipocresía derramada sobre la parte sureña de América. Cuántas mentiras. Cuántas calumnias. Cuántos engaños. Cuántos inventos. Cuántos dictadores que gustan de ser llamados los políticos que no son.

El vendaval "bolivariano" catapultó hace ya 10 años a Venezuela hacia la falta de democracia y la nulidad de libertades. Hacia un futuro con tintes de opacidad y negrura. Hacia un horizonte plagado de nubarrones neocomunistas. Hacia la opresión de un pueblo que quizás en un momento determinado de la cercana historia no fue capaz de vislumbrar lo que se le venía encima. Optó por Hugo Rafael y lo encumbraron para que fuese él, comandante Chávez, el 52º presidente de la República Federal situada al norte del sur.

Es obvio que elegieron mal. Quizás fueran las circunstancias nacionales (crisis financiera) las que les impulsaron a decidirse por derrotar a Rafael Caldera, 51º presidente del país. Era el agradecimiento de Chávez Frías a un semejante que le indultó tras el intento de golpe de Estado perpetrado por el conocido como "Gorila". No le bastó con eso. Un dictador se suele caracterizar por su sangre fría. Por sus calculados y premeditados pasos. Por sus impunes palabras. Y el macaco lo demostró. En su discurso de investidura tuvo palabras para todos. También para el señor Caldera, por supuesto.

Ahora bien lo peor no ha pasado. Ni mucho menos. Lo peor, en Venezuela, está por venir. Tan solo han pasado unas semanas de su aprobación pero... ay lo que les espera a los venezolanos.

Para empezar supuesto amaño en la reforma constitucional. Supuesto abuso. Supuesto golpe encubierto. Supuesto atropello antidemocrático que significa perpetuidad bolivariana. Resultados puestos en tela de juicio por todos. Al menos por todos los que ya no se creen a Mr Chávez. Me incluyo en dicho grupo. Y sale el déspota diciendo que "hay Chávez para rato". Golfo y desvergonzado

La libertad ya hace tiempo que en Venezuela no la conocen. Ya no se respira libertad en Lago de Maracaibo. Es imposible la crítica al comandante en la dorada arena de la Playa del Amor. No son libres ni siquiera el camaleón, la iguana o el tuqueque. Ni siquiera la flora. La libertad es más que la simple palabra. La libertad es inherente al ser humano. Es inseparable de las actuales sociedades. Es innata. Congénita. Natural.

Decía Miguel de Cervantes en El Quijote"La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida". Conclusión: sin libertad no hay vida. Venezuela, por tanto, yace moribunda, agonizante, mortecina... sobre los ecos del universo, sobre la infinitud de la eternidad, sobre la inmensidad del mundo...

Seguramente el "Gorila de Sabaneta" esté de acuerdo con Otto von Bismark y comparta aquello de que "La libertad es un lujo que no todos pueden permitirse". Triste pero cierto. Mohíno pero real. La libertad del pueblo la aglutinan entre él y su querido compañero de milicia comandante Castro. Ambos comandantes. Ambos amputadores de la libertad. Ambos acaparadores de poderes que no saben detentar. O que desarrollan con vileza, maldad y soberbia. Iniquidad bolivariana o, como dirían algunos, revolucionaria.

Cualquier día soltará el ruin aquello que pronunció Voltaire: "Proclamo en voz alta la libertad de pensamiento y muera el que no piense como yo". De este cualquier cosa. Aunque siempre habrá algún presidente socialista y aliado de las civilizaciones que le reirá las gracias. Y también algún soberano que le intente cerrar el pico al loro y luego se ría con sus bromas de tirano graciosín.

Hasta pronto

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