9 de septiembre de 2009

"Lo que está en nuestro poder hacer...

...también está en nuestro poder no hacerlo". Son palabras citadas por Aristóteles hace ya un tiempecito y solo con leerla de pasada es muy sencillo comprender el significado que se esconde detrás de cada una de sus letras. En nuestra vida diaria, en nuestros actos, en nuestras actividades, en nuestros comportamientos siempre tenemos dos opciones muy simples: hacer o no hacer lo que se nos pasa por la imaginación, cometer o no cometer los actos que se nos ocurren... en la elección de nuestros actos va aparejada la responsabilidad de cada cuál y también a su realización van emparejadas las consecuencias que se deriven de los mismos.

El pasado domingo el presidente del (des)Gobierno, Jose Luis Rodriguez Zapatero, estuvo en la localidad leonesa de Rodiezmo acompañado entre otros por el milenario Alfonso Guerra, la tan femenina Leire Pajín y la ministra que en los últimos tiempos de dedica a fomentar la desigualdad con decretos-embrollo, la inestimable Bibiana Aido. Aquel acto se convirtió en una arenga a las tropas más ultraizquierdistas para que mantuviesen la moral alta con la que está cayendo (y muy especialmente con la que les está cayendo aunque me atrevo a aventurar que es más bien escasita comparada con la que les podría llover encima).
Ahora bien después de unas cuantas palabras bonitas, unos cuantos engaños, alguna que otra subida de pensión, una subida de becas que tampoco viene nada mal cuando de ganar votos (engañando) se trata, un insulto por acá (el señor Guerra criticando a supuestos chorizos cuando todos recordamos lo que le gustaba a él este manjar a base de carne de cerdo), un recordatorio a la gente de que el PP quiere quitar las citadas pensiones, las becas, suprimir la sanidad pública... Llegó la conclusión del acto pero...¿saben ustedes cómo?. Sí, han acertado de lleno: cantando la Internacional. ¿Se imaginan ustedes que pasaría si mañana mismo Mariano Rajoy acompañado de Manuel Fraga,  María Dolores de Cospedal y Federico Trillo, se ponen a cantar el Cara al Sol con el brazo extendido al más puro estilo fascista? Supongo que, como mínimo, los exiliarian para luego decidir si sería el Tribunal de la Haya o el de los Derechos Humanos el que los juzgara por aduladores de regímenes nada democráticos.
Pero quien manda, manda. Y volviendo al principio, el señor presidente del (des)Gobierno tiene en su poder la realización o no de sus actos. No le pega a un presidente que se considera democrático el hecho de andar realizando gestos que recuerdan a totalitarismos que tanto dolor extendieron por Europa y tanta sangre derramaron en sus purgas internas. Es obvio que el señor presidente tiene cierto grado de identificación con ciertas ideologías ya que, no podemos olvidar, que no es la primera vez que lo hace. Además como diría Aristóteles está en su poder tanto el hacerlo como no hacerlo.

1 comentario:

Mª Ángeles dijo...

Este es alguno de los momentos en los que no me gusta ser leonesa. Cuanta hipocresía reina en esto saraos.
Saludos