9 de junio de 2010

"Nunca hay que pactar con el error...

... aun cuando aparezca sostenido por textos sagrados". Estas palabras fueron pronunciadas en su dia por el pensador indio Mahatma Gandhi y su contenido y fondo no dejan lugar a dudas. Si, a la hora de firmar un pacto, una acuerdo, un contrato... consideras que encubre algún tipo de vicio o error, plántate y no des el paso de aceptarlo so pena de incurrir en un tropiezo que puede acabar siendo doloroso.

En el último año hemos asistido a un espectáculo bochornoso en lo que al desarrollo de la negociación colectiva se refiere. Las conversaciones se han mantenido siempre como una lucha encarnizada a dos bandas entre el Gobierno y los sindicatos por un lado y la patronal por el otro. De ahí que no extrañe a nadie que la ansiada reforma laboral que pueda salir de esas reuniones sea incompleta, vacía de contenido y, lo que es más grave para el conjunto del país, insuficiente. Esto último por dos razones: por un lado el pavor del presidente del Gobierno a ser visto como un ogro de los trabajadores -siendo sindicalista él, con carnet de afiliado a UGT incluido- y, por otro lado, la impertinencia de la patronal por imponer sus propuestas que, en ocasiones, no son permisibles para los sufridos trabajadores que ya tienen bastante con no unirse a las interminables colas del paro que son, en los últimos tiempos, "typical Spanish".

Y es que probablemente no se le pueda pedir más al sistema de negociación colectiva actual. Un modelo que ha demostrado estar agotado por varios motivos: 
  • No se puede excluir de la negociación colectiva que, se supone va a adoptar medidas que afecten a todos y cada uno de los trabajadores de este país, a sindicatos que tienen altas cotas de afiliación como puede ser USO o CSIF entre otros.
  • Es impensable, en cualquier país medianamente serio, que el Gobierno de la Nación que debe de hacer el papel de mediador entre las partes -además de presentar sus ideas- se ponga del lado de una de ellas como se ha hecho, en un ejercicio descarado de antidemocracia, en España.
  • La patronal se derrumba como un castillo de naipes en luchas intestinas de poder que la dinamitan, con un presidente que es la imagen del fracaso empresarial más absoluto -y representa a los empresarios-. 
  • Los plazos que se marcan para alcanzar acuerdos se incumplen constantemente porque parece que los agentes que negocian no se han enterado todavía en qué consiste una negociación: todos cedemos un poco de nuestras pretensiones para llegar a buen puerto. Parece que nadie se lo ha explicado.
  • Si finalmente las reformas que se acuerden van a tener que ser aprobadas por el Parlamento, es absurdo llevar las negociaciones a otro ámbito que carece de poder legal para llevar a cabo lo que se acuerde en dicho marco.
En definitiva todos los organismos internacionales nos vigilan de cerca. Que una economía a priori importante como la española se vaya al garete preocupa y no solo a los que sufriríamos sus consecuencias más directas -los españoles de a pie- sino a todos los agentes económicos mundiales. Por ello, es deseable que hagamos nuestra la frase de Gandhi: no pactemos una reforma que consideramos inútil e incapaz para solucionar los terminales problemas que consumen, poco a poco, a nuestra economía. Ni siquiera bajo la amenaza de huelga general de quienes torpedean el proceso pretendiendo ser reconocidos como los garantes -falsos garantes- de los derechos de los trabajadores. 

2 comentarios:

Unknown dijo...

Muy buen articulo. Solo un par de puntualizaciones.

En primer lugar es logico que en una negocioacion laboral (otra mas despues de 4, sino recuerdo mal) llevada a cabo bajo un gobierno que se dice socialista, el minsitro de trabajo y por ende el gobierno esten del lado de los sindicatos. Sino fuera asi, no tendria sentido votar a un partido o a otro. Y debemos recordar que al votar una orientación política votamos una ideología económica.
Sin embargo, se ha hecho patente que el gobierno no ha estado con los sindicatos.

Ultimamente se oyen manifestaciones de la patronal a favor de que el gobiertno actúe, claro, para que negociar teniendo que ceder si puerdes esperar a que la negociación se rompa y el que definitivamente toma la decisión, lo haga a tu favor.

Totalmente de acuerdo con la situación de pufoman (antes llamado gerardo diaz ferraz)

Finalmente no se que tipo de negociacion propones. NO creo que flexibilizar totalmtne el mercado para que se produzca una negociación entre cada trabajador y la empresa sdea lo ams conveniente. Lo mas probable seria que debido a la asimetria de poder que existe, las condiciones laborales se irian al garete.

Un saludo y sigue asi

Sergio dijo...

Muchas gracias por tus comentarios rayben!
Me gustaria saber como llegaste a mi blog y si tu tienes alguno. Te animo a que sigas visitándolo y, sobre todo, comentándolo.
Un saludo!