23 de febrero de 2011

23F: crónicas de la ocultación

23F. Trigésimo aniversario de la intentona golpista. Fecha tan señalada y tan manoseada por tantos y tantos que lo único que hacen es repetir el mismo sermón religiosamente, año tras año, por estas fechas. Me niego.

No me suelo resignar a las verdades oficiales. No transijo con aquellos que, mediante palabrería vacua bien aceptada por estómagos agradecidos, salen a las columnas de los periódicos y a las tertulias de la radio con frases repetidas hasta la saciedad, fundamentos del ánimo de ocultar verdades…

Son muchas las dudas que todavía quedan sobre aquel turbio episodio en la historia de esta España nuestra en la que nos vanagloriamos al decir que estamos encantados de vivir en democracia y, al mismo tiempo, ocultamos a través de la fragilidad de la memoria todo lo que no sea una verdad oficial.

Los medios de comunicación tragan con ello. Son ellos los que al mismo tiempo que celebran la libertad de expresión acallan en sus editoriales las dudas que han ido surgiendo con el paso de los años en torno al asalto al Congreso de los Diputados. Este país es así. Así de hipócrita.

Incógnitas, misterios, enigmas… En este trigésimo aniversario han salido a la luz documentos que me llevan a dudar sobre muchas de las verdades acatadas por todos pero que, quizás, habría que empezar a poner en tela de juicio.

¿Por qué aquel 23 de Febrero de 1981 las hijas del Rey no acudieron a clase? ¿Por qué el Borbón nombró a Alfonso Armada secretario de la Casa del Rey tan solo tres días antes del Golpe de Estado aún a sabiendas de que, según le había hecho saber Adolfo Suárez, era un personaje peligroso que estaba tramando algo sucio? ¿Por qué tardó tanto el monarca en dar su discurso de sosiego y defensa a ultranza del sistema constitucional? ¿Esperaba en el devenir de los acontecimientos comprobar si el desarrollo del golpe se inclinaba hacia el éxito o hacia el fracaso para tomar partido en uno u otro sentido? ¿Por qué José Luis Cortina, íntimo de Armada, visitó en numerosas ocasiones antes del Golpe la Zarzuela y sus visitas no quedaron registradas?


Teniendo en cuenta lo anterior no debemos de olvidar que, como bien dice Jesús Palacios –autor de ´23 F, el Rey y su secreto´-, “si el 23F hubiera triunfado (…) habría tenido muchos patrocinadores, muchos impulsores y muchas explicaciones comprensibles, plausibles y hasta justificadoras”.

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