16 de febrero de 2011

Asador marbellí: de la rebeldía a la cobardía

Tanto ruido para tan pocas nueces. Eso es lo que dice el refranero castellano. Y qué razón tiene. José Eugenio Arias Camisón, propietario del ya famoso asador marbellí que se pasó por el forro la ley anti tabaco ha dado marcha atrás.


Muchas han sido las bravuconadas que han salido de su boca. Ha denominado al Gobierno como ´dictatorial, marxista y terrorista´ acusaciones que, en el peor de los casos, debería probar si no quiere quedar como un ´calentao´ que dirían en Andalucía.

Afirmó también que ´moriría matando´ afirmación, por otra parte, que parece haber olvidado ya que lo único que ha hecho ha sido morir de arrepentimiento ante la que se le venía encima. Ya lo decía Rubalcaba ´quien se enfrenta al Gobierno tiene todas las de perder´.

´Que tengan cuidado con lo que van a hacer´ fue otra de las lindezas que hicieron vibrar en exceso a sus cuerdas vocales dada la fuerza con la que salían de su boca. Parece evidente que la amenaza se le ha vuelto en su contra. Será él quien tendrá que tener cuidado y, todo parece indicar, que a partir de ahora lo tendrá.

El desafío de este hostelero al Estado no tiene nombre. Se puede estar a favor o en contra de la ley, se puede estar a favor o en contra del Gobierno, y se puede llegar a entender incluso a los empresarios del ramo al deducir que la norma ha podido ocasionar mermas en sus ingresos.

Ahora bien, el 99,99% de los hosteleros han acatado la norma. Porque de lo que no cabe duda es del camino a seguir por un ciudadano cuando entiende que una ley es inconstitucional o va en contra de sus intereses: primero se acata, después se denuncia ante las instancias superiores del sistema judicial. Por ese orden.

Por tanto hay que tener siempre presente que el sistema en el que estamos es un Estado de Derecho y por tal debemos entender que cada uno no puede hacer lo que le da la gana en cada momento. Si algo no te gusta, el propio Estado de Derecho te ofrece los instrumentos para que luches en cambiarlo si así lo consideras. Todo lo demás son obscenas bravuconadas y campañas de publicidad gratuitas.

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