25 de febrero de 2011

Desacelerando autovías, acelerando absurdos

Parece obvio que este Gobierno ha perdido definitivamente el sentido de la realidad. Sus continuos bandazos van a acabar convirtiéndose en un síndrome. Síndrome zapateril.

Y es que empieza a sonar graciosa el continuo sonsonete del ´hoy blanco, mañana negro´. Algo falla. No es normal, a la vista de los resultados, que este Gobierno que nos ha tocado sufrir se pase la vida en ese continuo ir y venir para acabar llegando al mismo destino fatal: ningún sitio.

El hecho de limitar la velocidad en las autopistas y autovías del Estado a 110 Km/hora es en ejemplo más de este tipo de política, otro síntoma más del Síndrome zapateril.

Y, para añadir más barullo al asunto, el conseller de Interior de la Generalitat catalana -Felip Puig- propuso hace escasos días elevar el límite a 130 Km/hora en las autopistas y autovías catalanas. ¿Qué será lo próximo?

Además Rubalcaba afirma que la reducción del límite será ´de forma transitoria´ para ´ahorrar gasolina´ para añadir, a renglón seguido, que ´no hay riesgo de suministro de petróleo´. ¿En qué quedamos? Si no hay riesgo de suministro… ¿por qué se deja caer que necesitamos ahorrar gasolina? Efectos secundarios del Síndrome Zapateril una vez más…

El Gobierno pilla una vez más a los españoles con el pie cambiado. Cuando creíamos que las medidas en las que se estaba centrando el Gobierno estaban encaminadas a reducir las cifras acuciantes del paro, nos presentan –por sorpresa- este paquete de medidas que poco ayudarán a reducir las colas a las puertas de las oficinas de empleo.

Cuando creíamos que el Gobierno estaba más preocupado en la sucesión de Zapatero que en arreglar la economía de este país, nos presentan este nuevo plan de nada y para nada con el único fin de generar debates absurdos e inservibles que distraigan a la sociedad que de tanto bandazo ya no sabe ni de donde le vienen.

Acostumbrados nos tienen a este tipo de maniobras que no conducen a nada.

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