
Es obvio que podríamos estar ante aquel dicho que advierte aquello de “para muestra, un botón”. Porque solo hace falta echar un vistazo a las cuentas, presupuestos y balances de las distintas Comunidades Autónomas para que uno empiece a sentir, como poco, sudores fríos, mareos y escalofríos.
El planteado Estado de las Autonomías que unos tanto vanaglorian mientras que otros pretenden situarlo en el origen de los males que consumen a la Nación es idóneo para generar unos cuantos debates. Y también sería idóneo que, de una vez por todas, unos y otros se sienten en una mesa para poner negro sobre blanco y acabar concluyendo lo que todos –absolutamente todos- pensamos: hay que atajar este desmadre como sea.
Porque es obvio que el actual sistema ha conducido a un desorden insultante. Y no debería extrañarnos. Si uno tiene repartidos a lo largo y ancho de la geografía española 17 hijos es muy probable que alguno de ellos se le desmadre y acabe convirtiéndose en un delincuente. También es muy probable que otro, ante la dificultad del padre por controlarlos a todos, se convierta en un despilfarrador. Y que otro, poseído por un egoísmo exacerbado, pretenda independizarse del padre –nunca económicamente, faltaría más-.
Y en esas está España. Entre unos hijos y otros. Unos mejores y otros peores. Pero de lo que no cabe duda es que todos, absolutamente todos, se han acabado subiendo a la chepa de su padre. Dad la mano y os cogerán el brazo. Criad cuervos y os sacarán los ojos. Sí, definitivamente estamos jodidos.
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1 comentario:
Una pregunta simplemente: ¿ Es el sistema el que esta creando el problema o son los supuestos ldieres que dirigne las diferentes comundiades o ciudades los verdaderos culpables?
Yo puedo llegar a creer que este sistema no funciona pero si por ejemplo la ciudad de madrid acumula mas deuda más que toda la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha, más que Galicia, más que Murcia o que Aragón...
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